30 sept 2011

dale dale

y dale con Las Pelotas. no puedo, no puedo ni que venga Joan Manuel y me lo diga, no hay caso. no me sale dejar de escuchar Las Pelotas una y otra vez, discos nuevos, viejos, de estudio y en vivo, con y sin el Bocha. y ya los debo tener medio podridos con la banda, porque siempre que escucho me dan ganas de esribir. de escribir y compartirlo, de compartir alguna sensación, hacer que todos encuentren en la banda lo que encuentro yo, y que de repente estemos todos escuchando "bombachitas rosas". es que estos tipos logran de algún modo que no termino de entender tocar algún filamento, un algo, no?

bueno, el tema es que la mayoría de las veces -como ahora- no tengo nada para escribir, son sólo ganas. al menos nada más de lo que ya les dije. entonces... me vuelvo a llamar a silencio. ya compartí, ahorra arranca Transparente -avisándonos que cambiamos de disco- y se me terminó la barra de chocolate que estaba comiendo. es momento de mirar por la ventana. adiós!

20 sept 2011

un montón de nostalgia

el año pasado vivimos viajando con Anto algo más de medio año. en todo ese tiempo y en esa experiencia brutal conocí, conviví, comparti y me hice amigo de mucha gente que ahora extraño.
y los extraño tanto o más de lo que extraño el hecho de estar viajando. bueno, es dificil decirlo porque todo se mezcla.

pekes
las primas
flaco
chulo
aylu
la negra
mili
vale
gonza
guille
tomy
rulo
herna
nico
fabri
ine
lagarto


unas tremendas ganas de verlos.

15 sept 2011

concus

the telephone is singing, ringing
it's too early, don't pick it up
we don't need to,
we got everything we need right here
and everything we need is enough
it's just so easy
when the whole world fits inside of your arms
do we really need to pay attention to the alarm?



wake up slow

9 sept 2011

hoy 21

Podríamos relatar, creo, la sucesión diaria Cama-Trabajo como si fuéramos construyendo una desagradable montaña de situaciones, de mínima, molestas.

1-Dejar de dormir es feo
2-El sonido del despertador (cualquiera sea) es horrible
1+2= 3-Despertarse con despertador te corta el día con menos diez
4-Levantarse de la cama sabiendo que lo que nos espera es una jornada laboral deprime
5-Darse cuenta que ya se adelantó el despertador tres veces (diez minutos más… otros diez minutos más) y que no hay tiempo ni para desayunar lo hace sentir a uno profundamente desgraciado
6-Salir con los ojos casi cerrados, ver el tren venir, correr hasta la estación y no llegar a tomarlo, al menos a mí, me da ganas de esperar diez minutos a la próxima formación sólo para tirarme abajo
7-El viaje hacia el centro -donde siempre siempre hay algún pelotudo o forra que se pone rígido/a para mantener el medio metro que tiene entre su persona y la puerta del otro lado y así poder seguir leyendo tranquilamente La Razón mientras el resto del coche se trenza en un contienda casi bárbara por subsistir- no es para nada más feliz que los restantes 6 puntos

en términos económicos:




Pero hoy, con esos giros que no se sabe bien de dónde salen, cuando llegué a Retiro y pude salir finalmente del sector de andenes, se me ocurrió caminar hasta el trabajo en vez de combinar con el subte.

Y ahí, señores, ahí sí. Salí de la vieja estación y me sorprendió una luz zarpada. El sol se había acordado de nosotros, tan abandonados que nos tenía desde mayo!

Crucé la plaza San Martín por la mitad sin poder dejar de mirar el verde de las hojas que apenas si se movían. y ahí caí: YA LLEGÓ LA PRIMAVERA.

Aunque vaya en contra de Galileo y de las placas que cuentan días en Crónica, hoy es primavera. Y aproveché el envión anímico que me produjo el decubrimiento para poner en práctica una recomendación que me hizo mi amigo El Flaco mientras íbamos en pos de unos bizcochos en Cuzco "hay que mirar para arriba. mientras caminás, así, en vez de mirar el piso mirás para arriba y descubrís que hay un segundo piso que está bueno, un balcón viejo, la copa de los árboles, el cielo. y ya está, qué más?"


Así que mientras sonaba el pianito tacvba de "me dices loco porque he reído cuando debiera tal vez llorar. me dices loco porque he llorado cuando era todo felicidad. no me comprendes, me dices loco. sólo te inspiro curiosidad" me despachaba el mundo con unas linda cúpulas, una ventanita allá arriba del todo donde sólo habría tal vez un altillo, azulejos, el único edificio de microcentro con ladrillos a la vista (que yo conozca). Y el viaje fue hermoso. Recién cuando llegué al trabajo -10, 12 cuadras- me di cuenta que estaba en una calle llena de colectivos y ruido.