25 ago 2009

Defensores

lo lamento por las mujeres, por Tato y otras (raras) gentes que no disfrutan de la cosa más linda del mundo -el fútbol-, pues este post es sobre esa dilatación de las pupilas, la tensión en los músculos de las piernas y el aire que no quiere entrar a nuestros pulmones cuando el cabezazo en el área parece ir a la red, sobre las lágrimas que brotan cada vez que se escucha el relato de Victor Hugo del gol de El Diego a los ingleses, las ganas irrefrenables de patear un balón cuando se ve jugar al Barça de Messi o el monumento a la entrega en el quite mascheranezco de Enrique para el gol de Funes en el 86.

una de las ideas que tengo hace mucho tiempo pero que hasta ahora no he llevado a cabo es la caracterización de los hombres que se dedican a cada posición dentro de una cancha. un 9 de área es psicológicamente distinto a, por ejemplo, un volante de marca o un carrilero por izquierda. claro que eso lleva tiempo, así que voy a empezar por lo que más cerca tengo, por la raza a la que pertenezco dentro de esta especie de homo sapiens que es el futbolero. por supuesto es una visión muyyy personal.



empiezo por la conclusión: el defensor es el tipo más competitivo que hay; el que más quiere ganar el partido, el que hace lo que sea con tal de obtener la gloria final, hasta pararse lejos del arco contrario y del gol. por eso es, creo, el que siente al fútbol más adentro de los huesos.


ahora, desde atrás. desde los albores de este hombre que entra a una cancha a jugar a un deporte que consiste en meter la pelota adentro de un arco y decide pasarse todo el partido intentando que eso no suceda. cuando niños, en el baldío de los que somos del interior o en las escuelitas de fútbol para los que se hacían frutillitas en las rodillas con el asfalto y no con la tierra, la cuestión era correr todos en manada atrás de la pelota. el que la agarraba le daba para adelante seguido de 9 lauchas desesperadas. y de ahí, entrar con pelota y todo al arco. gol. hacer gol. el objetivo básico del juego: hacer gol.

en algún momento ese panorama empieza a cambiar, el juego se torna más complejo y ya se empiezan a distinguir diferencias entre los jugadores. ahí es cuando se produce la primer escisión en el mundo de la redonda. hay uno que vio a un arquero -el mono, chilavert, el goyco-y se fascinó. a partir de entonces se para entre las dos piedras que forman el arco. ahí está. los que son habilidosos juegan en el medio, porque Dios juega de 10. los que hasta esa altura no pudieron desprenderse -y probablemente nunca lo hagan- de esa adicción que genera el ingreso de la pelota al arco, sin importar nada más (el objetivo básico, como cuando niños), se transforman en picheros. y los demás... los demás nos fuimos armando atrás, en la defensa. cerca de nuestro arquero, atrás de los habilidosos, lejos de los picheros. entonces la concepción del juego ya desde esa temprana edad es distinta.



el arquero tiene su mambo propio. hojas y hojas merecen estos seres atípicos, como los hinchas de Racing; gente que le gusta sufrir y que le den palmadas en el hombro.
el que juega adelante, el punta, el delantero, el pichero, tiene -como suele decirse- el arco entre ceja y ceja. quiere gol. su sudor se va en eso, en aventar la pelota, vencer al arquero y a los defensores rivales y gritarlo. un delantero que hace un gol es un tipo que acaba a los 5 minutos.
el enganche es el centro de atención porque es el habilidoso, el que tiene la magia en los pies. y sabe que todos lo miran y esperan de él un firulete, una gambeta, un caño. si la jugada termina en gol, mejor, pero a él lo miran por el firulete. si se gana el partido, tanto mejor, pero si se pierde, él tendrá su firulete y el arquero se irá con abucheos. o sea que el que se planta de enganche y encima pide siempre la 10 -porque con otra no juega- juega para él y a veces sólo él.
después hay posiciones intermedias; los volantes de contención, los mediapunta, los carrileros, pero no son posiciones puras, por lo tanto son más complejas de analizar.

ahora, los defensores. no hacen firuletes, porque si les sacan la pelota en el borde del área propia es gol en contra. no hacen muchos goles, porque si se van arriba abajo no queda nadie -los picheros corren como liebres para arriba pero jamás correrán para abajo. no les dan palmadas en la espalda. el único premio que pueden tener es ganar el partido. sólo eso.
y para ganar un partido -yo, siempre amigo de las trivialidades- hay que meter más goles de los que te meten ((si tus delanteros hacen un sólo gol, que no te hagan ninguno. si hacen dos, que tampoco te hagan ninguno, porque se pueden agrandar y darte vuelta el partido)).
la parte de hacer los goles ya está cubierta, pero quién quiere hacerse cargo del otro 50% del trabajo necesario para ganar? es el trabajo sucio; pasarse el partido intentando frustrar las ocasiones de gol de los rivales.

y ahí se acomodan los que bien quisieran hacer goles o tirar firuletes, pero el equipo los necesita para otra cosa. la Victoria los necesita en otras labores. y ahí van los tipos y lo hacen. meten, raspan, despejan, faulean, pegan, todo para que no les hagan goles a su equipo, para que el equipo gane. además, el defensor de alma tiene el instinto animal de no poder ver la pelota en los pies de un rival. porque la pelota es suya, no puede tenerla otro. y es eternamente suya, como la primer mujer de su vida, no puede estar en manos de otro que no sea él, se muere, aunque apenas se haga de ella se desprenda rápidamente para entregársela al mediocampista de los firuletes. para que se entienda: es desesperación, sed, rabia, es irracional, esa pelota es mía, mía, mía. ganar, ganar, ganar.

en definitiva, caigo en la conclusión que les adelanté al comienzo: el defensor es el tipo más competitivo, el de mayor entrega y el que más ama esa cosa hermosa que es el fútbol.

Elafro, defensor.

18 ago 2009

Odio! (xdi@)

otra de las cosas que odio profundamente: lxs que usan las x en lugar de las o (o las @) -principalmente pseudo feministas adolescentes.
a ver, las cosas se llaman como se llaman. aunque si quieren arrancamos cada uno a escribir como le parece y entonces tsxilecnut asoemeñil msssssstreta. no?

ponele. uno se dirige a un grupo de gente con hombres y mujeres y dice "las personas" y está bien, nadie lo discute. yo pongo "las personas" y no "lxs personxs" o "l@s person@s", porque es un término femenino entonces va con "las" y no porque yo sea un fuckin´ feminista -justamente.

entonces, porqué esa boludez extrema de poner "nosotrxs", "amigxs", "compañerxs", "algunxs"... DIOS SANTÍSIMO Y PURO, HABLEN BIEN!!! son términos en masculino que se usan para describir tanto a hombres como mujeres, así que nadie tiene que sentirse ni ofendido ni discriminado ni nada.

atrás de todo esto está el feminismo fácil que no hace más que sumar a un contexto ya machista, como decir presidenta en vez de presidente. quien preside algo es el presidente de ese algo. como un testigo de algo, no testiga, ni testigx. la igualdad de género pasa por canales tan distintos a estos que quedan como meros infradotados (con todo respeto a la Presidente de la Nación y a mis amigos que lo usan: confío en que no se han detenido a penar lo suficiente en el asunto y que es sólo una cuestión de tiempo para que revean esta falencia).



he dicho.

13 ago 2009

uff la derecha religiosa de siempre

mirá esta nota

aunque parezca mentira, si... lo dice en serio

y a estos tipos hay que leerlos. siempre hay que leerlos y no dejar de indignarnos por las barbaridades que dicen. no nos acostumbremos a los dinosaurios que disparan balas de hace 3 siglos, porque están quienes se siguen asustando con tales armas.

9 ago 2009

3 Tiros

a veces -o cada tanto- una canción dice las cosas mucho mejor que cualquier discurso de un par de horas (ha de ser por eso la predilección de algunos de usar frases de canciones para comunicar sentimientos, generalmente de amor).
la canción que les recomiendo hoy dice en poco más de 2 minutos tantas verdades juntas que es casi un manual ideológico. es de una banda de Rosario que me presentó mi amigo Carliyo, que se llama El regreso del Coelacanto. estos tipos tienen muchas letras muy buenas con frases espléndidas como "bajo alguna de esas lluvias que vuelven por un segundo amigos a la gente", "en nuestro idioma hay palabras que no significan nada si no las decís vos" o "En el escudo de este país tendría que estar el choripán".

el tema se titula -no casualmente- "tres tiros".
abajo el link para escucharlo y más abajo la letra.

Escuchá

"Mi papá creció cuando no se podía protestar.
Y un día sin querer creer
terminó tirando papelitos en el mundial,

ilusionado con las vacaciones en Malvinas.
Y cada fin de año pone un sillón en el parque
y mira los fuegos artificiales de la Municipalidad.
Y la alegría viene de arriba
y la realidad se paga todos los días.


Y al fin parece que el “
no te metás
tuvo más éxito que el “
nunca más”.
Tiro la piedra y escondo la mano.

Tiro mi basura en la casa de al lado…


Lo que nunca pasa nunca pasa mientras nunca pase.

Y si nunca pasa nada, ¿por qué tiene que pasar hoy?

No pasa nada chabón, no entendés nada!!
No pasa nada si vuela una embajada…

Y ahora pedimos controles para nuestro descontrol que es hijo del rigor,

padre hijo de puta que no enseña nada sin castigar

y sin castigo no me quieren enseñar.


Y me educaron para ser culpable
y no vivir una inocencia responsable

Tiro la piedra y escondo la mano.
Tiro mi basura en la casa de al lado…


Ojos ciegos, plata dulce, oídos sordos, plata dulce. Plata dulce para sobornar al soberano mudo hasta que se acabe y salimos a reclamar nuestro derecho a volver a callar!!
Y en la democracia hay mucha plata dulce para pocos.
Vemos por la tele como viaja Marley por el mundo.
Y la tragedia está en otro canal esperando que terminen de editar.


Y en el cuarto oscuro voy a expresar
mi egoísmo con total impunidad

Tiro la piedra y escondo la mano.
Tiro mi basura en la casa de al lado…

Y qué? Y qué? Si el de al lado también lo hace
."

5 ago 2009

idas y vueltas

el Chipi Barijho fue siempre más un personaje que un jugador de fútbol. un símbolo, diría. de Boca, del juego sucio, de la infancia en la pobreza, de las peleas con rivales y con compañeros, etc.
no termino de pasar en limpio si me cae mal o bien. como jugador no me gusta nada; es malo. el fútbol que representa no me gusta tampoco; la mugre en el fútbol (i.e. meterle el dedo a un rival donde no se debe) no suma, aunque yo le vaya más a los rústicos que a los pisadores. pero es jugador de la popu, qué se yo. y en la cancha nunca dejó ni intentó dejar de ser el punga que fue toda la vida, eso es algo. por ejemplo, el tipo estaba jugando la Intercontinental en Japón y en un centro, en vez de dedicarse a cabecear la pelota para hacer el gol que podría haber significado la gloria para su equipo y la multiplicación de su cotización por 3 o 4, se preocupó por robarle la cadenita de oro al defensor del Milan. y lo hizo. y lo cuenta como gran hazaña, como la victoria de la villa donde creció por sobre el futbolista profesional en el que se había convertido.

escribo sobre él porque acabo de leer una nota que cuenta sobre su regreso al fútbol, precisamente a Deportivo Merlo -un club amigo de mi querido Torito de Mataderos- que acaba de ascender a la B Nacional. y la nota hizo profundizar más mi indecisión sobre cómo me cae.

en una parte se me dobló el corazón. las aspiraciones del tipo, el vuelo, el techo (pensemos que jugó el partido más importante a nivel clubes en el mundo):

"-¿Qué lujos te permitió darte el fútbol?
-Conocer lugares que jamás me había imaginado. Viajar con mi familia.
-¿Dónde viajaste?
-A Mar del Plata, Cancún, Pinamar..."


pero un poco más adelante dice:

"Vivo en el Bajo Flores. Pero nací en Barracas y siempre estoy en Barracas."

un compañero de la facultad vive en el mismo country que Barijho y su familia, y en el country le dicen Antonio, no Chipi. así que no me jodas con bajo flores ni barracas, Chipi...


hablando de su regreso al fútbol hace referencia a sus hermanos

"tengo un hermano que jugaba muy bien, al que iba a ver y del que aprendí mucho, pero lamentablemente terminó en la droga. Esto quería dedicárselo a él, que está pasando un momento difícil. Tiene 47 años y está en el paco"

"-¿Y tus otros hermanos?
-Están bien. Cada uno en sus changuitas, uno vende compact, otro labura en pintura, otro en una papelera. Y bueno... Yo estoy tranquilo"




qué quieren que les diga? me da un poco de pena el Chipi y me re cabe su actitud, pero también sé que es Antonio, el del country, mientras el hermano vende compact. y además sigue siendo un mugriento. no sé, la verdad no sé qué pensar de este personaje, no me convence para nada pero tampoco me termina de caer del todo mal. estoy perdido. para colmo, este tipo de personajes generalmente polarizan las opiniones -o lo aman o lo odian- con lo cual seguramente me van a llover críticas infantiles de los dos lados por mi posición intermedia. bah...

2 ago 2009

el mundo sigue siendo el mismo

con cagadores, con asesinos, con egoístas, con miseria, con robos, con violencia, con hijos de puta, con enfermos. pero básicamente sigue siendo una gigantesca masa de gente buena pero sin rumbo. gente buena que puede comportarse como si no lo fuera producto de la desesperanza, la desesperación, la necesidad, pero que sigue siéndolo.

ayer llegó Madre de visita. al rato de llegar me cuenta que media hora antes de subirse al colectivo para venir para acá recibió una carta dirigida a mí. raro, pensamos ambos. una carta? para mí? mandada a Regina? si, si y si. en la era del email y habiendo vivido los últimos 6 o 7 años en Capital.
Madre saca de su valija un sobre, con estampilla y todo, de esos que hacía años no recibía (las boletas a pagar vienen sin estampillas). cuando lo abro saco un papel todo doblado y adentro, mi cédula y carnet de conducir. los que estaban adentro de mi billetera al momento del robo que comenté hace unas semanas. o sea, alguien encontró mi billetera, se preocupó y se tomó la molestia de agarrar lo más importante, identificar una dirección (sigo teniendo domicilio en Regina), irse hasta el correo, comerse la cola y pagar un envío, sólo para hacerle llegar a un desconocido sus pertenencias. a cambio, claro está, de nada más que saber que me pudo haber ayudado.

no voy a decir que estoy orgulloso del lugar donde vivimos, del mundo que creamos, del modo en el que nos relacionamos. pero en el fondo, las cosas funcionan como siempre; malos los hay pero buenos también, y si no fuéramos mayoría el mundo ya habría explotado.