2 ago 2009

el mundo sigue siendo el mismo

con cagadores, con asesinos, con egoístas, con miseria, con robos, con violencia, con hijos de puta, con enfermos. pero básicamente sigue siendo una gigantesca masa de gente buena pero sin rumbo. gente buena que puede comportarse como si no lo fuera producto de la desesperanza, la desesperación, la necesidad, pero que sigue siéndolo.

ayer llegó Madre de visita. al rato de llegar me cuenta que media hora antes de subirse al colectivo para venir para acá recibió una carta dirigida a mí. raro, pensamos ambos. una carta? para mí? mandada a Regina? si, si y si. en la era del email y habiendo vivido los últimos 6 o 7 años en Capital.
Madre saca de su valija un sobre, con estampilla y todo, de esos que hacía años no recibía (las boletas a pagar vienen sin estampillas). cuando lo abro saco un papel todo doblado y adentro, mi cédula y carnet de conducir. los que estaban adentro de mi billetera al momento del robo que comenté hace unas semanas. o sea, alguien encontró mi billetera, se preocupó y se tomó la molestia de agarrar lo más importante, identificar una dirección (sigo teniendo domicilio en Regina), irse hasta el correo, comerse la cola y pagar un envío, sólo para hacerle llegar a un desconocido sus pertenencias. a cambio, claro está, de nada más que saber que me pudo haber ayudado.

no voy a decir que estoy orgulloso del lugar donde vivimos, del mundo que creamos, del modo en el que nos relacionamos. pero en el fondo, las cosas funcionan como siempre; malos los hay pero buenos también, y si no fuéramos mayoría el mundo ya habría explotado.

1 comentario:

  1. Que loco! Coincido plenamente en que hay mas gente buena que las miserias humanas que llevan a lo contrario. Es un placr leer a alguien que festeja lo bueno de la gente.
    Gracias

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Gracias por comentar! Alláh te bendiga, amigo mío.