27 nov 2009
hoy, lluvia de agua
como me gusta la lluvia!!!
no sé bien qué es, pero hay algo en la lluvia que me transmite un gusto enorme. como la máxima expresión de libertad de lo natural, que viene, llega y moja. y es agua, agua, agua. lo más lindo del mundo, el agua -sea mar, río, lluvia, charco-
ahora que hablo de charco y escribo así de corrido como me salen las cosas sin saber bien qué quiero decir, me vienen a la mente recuerdos de las lluvias de allá en mi casa de Regina (mi hermana escribió algo sobre en su space eso ahora que me acuerdo, qué bueno compartir eso con la Juli) de lluvias y lluvias. y cómo las disfrutaba! me acuerdo que una época (8, 9 años) había heredado de alguno de mis hermanos -como siempre heredé todo de ellos- unas botas de lluvia azules que eran tipo minero, o electricista de esos que se suben a las escaleras a arreglar las luces de la calle, buenísimas que no les entraba ni el perfume de la lluvia. llovía groso groso, relámpagos, truenos y después quedaba la calle (ya conté en otro momento que vivía en calle de tierra) que era una hermosura de barro y charcos enormes. entonces me calzaba las super botas (que me parecían tan grosas que me las ponías hasta los días de sol) y salía a meterme en los charcos y embarrarme hasta la ceja. y me pasaba horas ahí haciendo vayaunoasaberqué, se notará que no pasaban muuuuchos autos por mi casa. me acuerdo que una vez quise juntar dos de mis pasiones más grandes de aquel entonces y salí a jugar a los charcos con mi colección de bolitas y se me cayó el tarro con todas las bolitas en los charcos. japonesas, lecheras, bolines, "la tira", plomos.... todas ahí esparcidas y me quedó la sensación de que perdí un montón, pero me parece que es pura idea mía, debo haber juntado la mayoría.
bueno, ahí tienen uno de los motivos por los que me gusta tanto la lluvia.
otro es el olor, como que trae olor a tierra, que acá no se siente nunca. y se me ocurre que la lluvia es como un nexo entre tanto asfalto, gente, subtes y la vida posta, en la que hay pasto y cielo. el agua viene de allá y cae acá y moja el asfalto y suspende los subtes. es buenísimo! me llena de alegría.
por eso no me gustan los paraguas y no entiendo esa manía que tiene mucha gente que parece que no podría pasarle nada peor en la vida que mojarse un poco con la lluvia. dejense mojar, ilusos! no saben lo que se pierden.
otra vez -si, ya me estoy yendo de mambo, pero el que quiere lee- me quedé en el patio sentado bajo una llovizna como 3 horas. abrigado, eso sí, mirando los árboles y los pájaros que se le enfrenteban a las gotas, maravillado con el cielo amarillento atormentado y enrarecido, parecido al que vi esta mañana, mientras volvía a casa. de ese momento y su recuerdo posterior escribí
"el sentido de la lluvia", que me parece que es lo más lindo que escribí en mi vida.
aclaro que no sólo estoy escribiendo todo de corrido y como sale si no que no pienso releerlo, salió como habrá salido, entre que miro la lluvia por la ventana, me recupero de la noche de anoche y canturreo Gabo Ferro. y así llego al final del post, que no sabía qué iba a decir y fui bien fiel a ese concepto. creo que sólo era necesidad de compartir cosas bellas. nos vemos en breve, que les llueva bonito.
no sé bien qué es, pero hay algo en la lluvia que me transmite un gusto enorme. como la máxima expresión de libertad de lo natural, que viene, llega y moja. y es agua, agua, agua. lo más lindo del mundo, el agua -sea mar, río, lluvia, charco-
ahora que hablo de charco y escribo así de corrido como me salen las cosas sin saber bien qué quiero decir, me vienen a la mente recuerdos de las lluvias de allá en mi casa de Regina (mi hermana escribió algo sobre en su space eso ahora que me acuerdo, qué bueno compartir eso con la Juli) de lluvias y lluvias. y cómo las disfrutaba! me acuerdo que una época (8, 9 años) había heredado de alguno de mis hermanos -como siempre heredé todo de ellos- unas botas de lluvia azules que eran tipo minero, o electricista de esos que se suben a las escaleras a arreglar las luces de la calle, buenísimas que no les entraba ni el perfume de la lluvia. llovía groso groso, relámpagos, truenos y después quedaba la calle (ya conté en otro momento que vivía en calle de tierra) que era una hermosura de barro y charcos enormes. entonces me calzaba las super botas (que me parecían tan grosas que me las ponías hasta los días de sol) y salía a meterme en los charcos y embarrarme hasta la ceja. y me pasaba horas ahí haciendo vayaunoasaberqué, se notará que no pasaban muuuuchos autos por mi casa. me acuerdo que una vez quise juntar dos de mis pasiones más grandes de aquel entonces y salí a jugar a los charcos con mi colección de bolitas y se me cayó el tarro con todas las bolitas en los charcos. japonesas, lecheras, bolines, "la tira", plomos.... todas ahí esparcidas y me quedó la sensación de que perdí un montón, pero me parece que es pura idea mía, debo haber juntado la mayoría.
bueno, ahí tienen uno de los motivos por los que me gusta tanto la lluvia.
otro es el olor, como que trae olor a tierra, que acá no se siente nunca. y se me ocurre que la lluvia es como un nexo entre tanto asfalto, gente, subtes y la vida posta, en la que hay pasto y cielo. el agua viene de allá y cae acá y moja el asfalto y suspende los subtes. es buenísimo! me llena de alegría.
por eso no me gustan los paraguas y no entiendo esa manía que tiene mucha gente que parece que no podría pasarle nada peor en la vida que mojarse un poco con la lluvia. dejense mojar, ilusos! no saben lo que se pierden.
otra vez -si, ya me estoy yendo de mambo, pero el que quiere lee- me quedé en el patio sentado bajo una llovizna como 3 horas. abrigado, eso sí, mirando los árboles y los pájaros que se le enfrenteban a las gotas, maravillado con el cielo amarillento atormentado y enrarecido, parecido al que vi esta mañana, mientras volvía a casa. de ese momento y su recuerdo posterior escribí
"el sentido de la lluvia", que me parece que es lo más lindo que escribí en mi vida.
aclaro que no sólo estoy escribiendo todo de corrido y como sale si no que no pienso releerlo, salió como habrá salido, entre que miro la lluvia por la ventana, me recupero de la noche de anoche y canturreo Gabo Ferro. y así llego al final del post, que no sabía qué iba a decir y fui bien fiel a ese concepto. creo que sólo era necesidad de compartir cosas bellas. nos vemos en breve, que les llueva bonito.
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