Un partido de fútbol. por Flavio Ruiz

Mirar un partido de fútbol resulta en la previa un excelente plan. Sin embargo es uno de los pocos espectáculos que no garantizan devolver la expectativa mencionada. Si vas a ver la mejor obra de teatro, la mejor película, el imponente museo, la gran montaña, aquel bellísimo lago...la incertidumbre siempre será menor. Incluso en el mundo del deporte, una final del gran slam, un partido de basquet con todas las estrellas NBA juntas, un abierto de golf...es garantía de alto nivel.
En cambio, el partido de fútbol más esperado del año, con los mejores jugadores del mundo, los mejores equipos del mundo, en una de las mejores canchas del mundo, con un marco espectacular, con el mundo a sus pies puede solo ser, un partido más...no solo eso, puede ser mucho peor que el picadito del jueves pasado.
Para los futboleros, después de jugar a la pelota, no hay nada mejor que mirar un partido con amigos. La mayoría de las veces se es parcial, porque juega tu equipo, porque juega el rival de siempre, porque es el equipo de mi amigo, porque si gana este nos conviene, porque juega el que jugaba en mi equipo, porque en el otro juega ese gil que jugaba en los innombrables, porque el 4 lesionó al 10 la vez pasada, porque aposté en el bwin, porque no nos gusta la cara del 5, que se yo.
Ahora cuando se puede ser imparcial y destapar la cerveza para disfrutar del juego, y el DT del equipo inglés para dos líneas de 4 que no se moverán hasta el fin de los días...ufff, que feo es!
Y entonces te ponés a hablar de la minita que te comiste el otro día (apliquesé al sábado pasado, o hace 15 años), de lo bueno que estuvo el asado que hizo el Kondor (buen apodo)la otra vez, de las elecciones del 28 (a quién mierda voto?), el che...juntémonos de nuevo, pero la próxima que este bueno (mientras alguien cuenta la cantidad de mujeres que pasaron por la vida del lindo del Manchester), de la propaganda de Tévez, si Messi es más alto que dios (el del 86), etc, etc...y muchos etcéteras que el alcohol (que no defrauda jamás) permite.
La final de la Liga de Campeones de Europa dejó eso...casi nada. Quique Wolf intentó convencernos de la emoción, pero la emoción quedó para el próximo domingo...CUANDO EL FULBO DA REVANCHA!!!

Flavio